1- El Disparo. El Momento. La Filosofía
Al disparo llego sintiendo la mayoría de las veces y pensando algunas otras. El disparo es el momento de la pausa, del silencio, de cortar la linealidad del tiempo. Yo habitualmente siento las
fotos, lo que veo me obliga a disparar. Ahora si, lo importante es el proceso para llegar ahí, lo interesante es develar cómo se llega a esa obligación por disparar. Cada ser humano pone en sus
expresiones, su historia, sus creencias, sus emociones, sus modelos, es decir en cada percepción se juega la forma particular de ver el mundo. En la selección de una imagen se juega una estética
de la vida. Una lectura del pasado, del ahora y del porvenir que luego se decide detener en una foto. Cuando disparo siento que estoy venciendo al tiempo, que queda en mi máquina una burbuja que
describe mi forma de sentir en ese preciso momento como un fragmento del universo detenido. Y de ahí se disparan luego, cientos de evocaciones y lecturas.
La fotografía para mi es la relación del momento emotivo del autor y su sistema de creencias, con un contexto determinado y sus elementos físicos con la coyuntura del tiempo. Si hacemos la prueba
de invitar a 10 personas con la idea y la voluntad de sacar fotos en una calle, sin dudas lograremos experiencias tan diferentes como personas hayan participado. Uno hará hincapié en lo humano en
relación con su entorno, otro en la arquitectura, otro quizás en los colores, otro en la vida y otro en la muerte, etc.
2- Preparación. Espontaneidad
Si decido sacar una foto que relacione un dintel super antiguo con una mujer vestida muy moderna y su perro que mira en sentido contrario, estoy jugando con mi ironía sobre el pasado, el presente
y el porvenir. Es precisamente esto lo que busco en la fotografía, relaciones de elementos que se dan espontáneamente en un contexto accidental. No me gusta la fotografía preconcebida buscando
privilegiar lo técnico, controlar el medio porque no soy amigo de la perfección. Aproximarse a la perfección atenta casi siempre con la espontaneidad. El mundo ha evolucionado más desde los
defectos, las imperfecciones y los actos fallidos que desde los excesos técnicos por buscar la perfección. La técnica deben ser los dos primeros escalones para mirar por la ventana de la
espontaneidad.
La exaltación de lo técnico y preconcebido, supone un intento racional de controlar el mundo, la espontaneidad una forma emotiva de encontrar belleza en el fluir de ese mundo incontrolable.
3- Análogo versus digital. Autor
No debería ser una disputa, sino ser vistas como alternativas. Definitivamente siento en la fotografía digital una democratización de las posibilidades expresivas, más gente puede acceder a
buenas máquinas y hoy ya no es un trabajo complejo y laberíntico el sacar fotos con buena calidad. Esto es para mi, un avance para la expresividad humana, una consecución de la libertad, ¿no es
acaso esto el fundamente del arte?
En muchas disciplinas y oficios artísticos se han mantenido posiciones rígidas y oscuras apoyadas en la dificultad de acceso a los elementos, o en la dificultad técnica de la resolución de la
obra. Hoy eso es cosa del pasado, existen tantos fotógrafos como cámaras. Esto lo digo por mi poca identificación con los rótulos, no creo en los artistas en el sentido que muchos artistas lo
creen. No tengo en mi cabeza la existencia de un artistómetro que mide quién y dónde se es más artista que otro. Pueden haber criterios pero siempre se llega a lo mismo, a un sistema de creencias
que todo lo matiza. El ego es el principal enemigo a vencer y la libertad la gran bandera…
Lo digital supone una evolución en cuánto a las posibilidades de expresión, no en el espíritu de la fotografía, ¿quién puede decir que una foto con la mejor cámara digital lo conmueva más que un
desnudo blanco y negro en París de los años 40?
En mi caso, saco con digital, es más cómodo y me siento más libre, es más inmediato porque soy ansioso y tengo varias analógicas para hacer ejercicios creativos y explorar otras cosas, no es una
lucha, son alternativas que se suman y yo las disfruto.
El automóvil no supone un detractor del caballo, significó una evolución que redefinió al caballo con nuevas alternativas de uso relacionadas con otros momentos. Desde el cambio los usos cambian
radicalmente, ya casi nadie viaja con una analógica solamente, pero las cosas no mueren, muere su uso habitual y resucitan en nuevas formas, nuevos usos, nuevas motivaciones…
4- Qué busco en una foto
En una foto busco exponer mi identidad, mostrarme y ocultarme, jugar… Esta es mi forma de ver el mundo, muchas veces soy irónico, muchas contestatario y crítico, algunas veces sensual, otras
emotivo, algunas humorístico y desenfadado eso si, siempre en el marco de mi visión estética.
La gran obra de un ser humano es diseñar su vida, para eso hay que trabajar en la propia libertad. Mi camino es ser feliz expresándome con pasión, conociendo diferentes herramientas para ser
feliz. La vida de un ser humano gris probablemente pueda mostrarse en 10 fotos sin mucha gracia.
Mi forma de entender la vida es llegar al final del camino con cientos de buenas fotos que reflejen momentos de conciencia y disfrute pleno.
Mi filosofía es encontrar una ética en la estética, hacer las cosas según mi concepción de belleza. Si esto le llega a alguien, si una persona se emociona con mis fotos, soy simplemente feliz…
5- Colliure
Tremenda ironía late en este pueblo de cielo y mar esperanzado maldito de belleza y en sus calles, la muerte en la tumba de Machado.
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Y de postre, un poema:
No creo
No creo en el dolor como costumbre
No creo en el amor del ignorante
No creo en la paciencia por paciencia
No creo en la belleza maquillada
No creo en los caminos que conducen siempre a Roma
No creo en los choferes de las bodas
No creo en mis recuerdos más antiguos
No creo en las mujeres cotidianas
No creo en las lágrimas opacas
No creo en los mapas de la vida
No creo en las cirujías de la historia
No creo en las bocas sin palabras
No creo en el dios de los domingos
No creo en las verdades que lastiman
No creo en los amores imposibles
No creo en los poetas de vanguardia
No creo en la risa de la hiena
No creo en la justicia de los jueces
Creo en la libertad que se respira
Y se camufla en el nombre de la nada.
Jose Bahamonde