Por A. Crimi
Kardo, ¿conociste a un tal Ricardo Costa? No me refiero al que fue secretario general del PP de la comunidad Valenciana entre el 2007 y el 2009, sino a una persona que nació en Buenos Aires y estudió en Mendoza... Un tipo que en los '80 andaba en un Renault 12 y vendía lencería femenina íntima.
¿Puedes contarme algo más sobre él?
Se metió en el Partido Comunista Argentino, aunque no estaba de acuerdo con algunas afirmaciones de sus máximos dirigentes. Le parecía inaceptable considerar al dictador Jorge Rafael Videla como un general democrático. Por eso se juntó con un grupo de amigos militantes para debatir el tema con el Comité Político de su partido. El resultado de la confrontación fue categórico: los echaron a todos por desviacionismo ideológico. Así que allí empezó a transitar aquello que en Argentina se llamó el exilio interno.
Poco tiempo después empezó a trabajar con ropa intima de mujer, que le producía cierto atractivo visual. Llegó a decir que su trabajo era "tapar todos los culos de la región del Cullum".
Pero como sus incipientes actividades artísticas no le permitían subsistir, continuó un tiempo con la venta de prendas íntmas, las cuales desde su óptica tenían una notable carga escultórica ya que de alguna manera dibujaban cuerpos.
A fines del '89 me lo encontré a altas horas de la noche en un bar. Me comentó que no iba a soportar más vivir en ese lugar y que necesitaba viajar. Dijo que el país se iba a poner difícil con la subida de Méndez y que intentaría cruzar la frontera hacia Santiago de Chile, para luego continuar viaje.
De él se hablaban muchas cosas. Alguien me comentó que desafió a la muerte un par de veces, pero que ella lo rechazó. Otra vez me dijeron que lo habían visto en el Paseo Ahumada pinchándose droga. También me dijeron que se había ido a vivir a una playa hippie del sur de Chile, o que había desaparecido en el aire después de tomarse un San Pedro.
Con el paso del tiempo me siguieron llegando algunas noticias sobre él, pero en realidad eran todas suposiciones.
¿Ahora dónde está Ricardo Costa?
No lo sé. Lo he buscado por las redes sociales pero no lo encuentro.
A lo mejor habría que preguntarles a sus Alter Egos, o a sus Alterados Egos... quizás ellos sepan algo.
¿Qué piensas de él?
Pero... ¿por qué me preguntás tanto de él?
No sé... Es que siempre me pareció un tipo muy interesante. Además fue un gran amigo, y no volví a tener noticias suyas.
Ah! Bueno... ¿Seguimos con mi entrevista?
¿Qué fue lo que te hizo convertirte en artista?
Y también me interesó el arte como una manera de transportarme a otros espacios.
¿Quiénes son tus principales referentes artísticos?
En Mendoza mis referentes fueron mis amigos artistas. Con ellos compartía mis actividades creativas y siempre había un enriquecimiento mutuo. También me relacionaba mucho con artistas de otras disciplinas –actores, músicos, ceramistas o grabadores– y con la gente normal del entorno. Me gustaban mucho los personajes mendocinos, los paisajes, las historias, mis hijos y todo lo que me rodeaba cuando vivía allí.
¿Qué es lo que más te atrae del grabado y la xilografía?
Del grabado lo que me gusta es el sentido que toman los trabajos de los artistas en un mismo espacio. En el grabado hay una buena conexión entre los trabajadores. Ellos están acostumbrados a compartir espacios, herramientas y conocimientos. En los talleres de grabado donde estuve se vive una buena energía.
Creo que también me atrae mucho el hecho de que sea considerado un arte menor... esa idea futbolística de que juega en segunda división pero puede hacer un gran gol de primera.
Pero del grabado sobre todo me gusta su discurso visual gráfico y su potencialidad como arte masivo. Tiene una posibilidad de distribución distinta a la que tiene la pintura clásica (oleo, acuarela, etc.); porque está ligada a la publicación de una cierta cantidad de ejemplares y al hecho de reproducir copias que pueden pegarse en la calle para que las vea todo el mundo.
En la Argentina mucha gente se pregunta por qué no hay más Land Art. Desde sus inicios el Land Art fue un planteo muy conceptual, relacionado con la protección de la naturaleza y la salida de los Museos. En Argentina entró mucho lo del dibujo y la pintura o los hapennings, pero al Land Art no se le dio importancia. Aunque sí prendió bastante la danza Butoh, que es una de las expresiones que surgió en la misma época del Land Art, con características parecidas. Cosa extraña, ya que en el país hay mucha naturaleza.
Yo en el 2000 descubrí algunos artistas de Land Art y empecé a investigar. Así formé mi propio concepto y comencé a desarrollar en la naturaleza obras efímeras y distintos proyectos ligados a otras disciplinas.
Las diosas estaban dibujadas y hasta habíamos creado distintas expresiones relacionadas con la obra (fotografías y etc.). Sólo quedaba definir estas diosas a nivel de literatura. Pero todo escritor que entraba allí tenía problemas, sobre todo en sus relaciones con las mujeres. Y esto hacía que el proyecto quedara guardado para más adelante.
Mientras tanto, estas cincuenta diosas siempre viajaban conmigo.
Cuando me vine a Europa, decidí bajarles un poco el choque visual que tenían y les empecé a poner color a todas. Y entonces se pusieron más dóciles y sociables. Por eso, cuando
Orlando Siliotti me invitó al encuentro Erótika de Mendoza, decidí darles protagonismo. El lugar donde debían ser presentadas por primera vez era el lugar donde habían sido creadas. Allí montamos un video y una explicación llegada del futuro sobre las diosas.
Conversar con ellas ahora, sin ninguna agresión, nos viene bien a los dos.
¿Cómo surgió el Penúltimo Adán?
Surgió durante un viaje a la zona de Tulum (México), en medio de una vegetación exuberante. Pensé hacerme una serie de fotos desnudo, tapado con diferentes hojas del lugar. Algo así como hacer una copia de los diversos tipos de representaciones de Adán que se han hecho a través de la historia, pero con una impronta más cercana y sin tomarme las cosas demasiado en serio (como siempre).
A esta serie la llamé el Penúltimo Adán.
¿Por qué "penúltimo" y no "último"?
No le puse "último" por una razón obvia: es que lo últimos serán los primeros, y entonces los penúltimos deberán ser segundos. Además pensé que el pobre personaje no se vería tan comprometido en esa posición. Para un nuevo Adán, ser el primero sería aburrido. Al segundo me lo imagino más torpe y más guiado por lo que Eva quería. Y no sé si le interesaría perder el paraíso por una simple manzana, ya que siempre a sido un perdedor. Bueno, creo que me voy por las ramas del manzano.
Quizás también habría que preguntarse cómo debería ser una Penúltima Eva.
¿En qué año Kosta creó al Penúltimo Adán a su imagen y semejanza ("Penúltimo" Génesis 1:26)?
En el 2008, y tengo ganas de sacarlo de nuevo con nuevas hojas y el paso del tiempo.
En el 2010 le envié la foto a diversos artistas amigos para que la intervinieran y me la mandaran de vuelta para ponerla en internet. Es un tipo de proyecto que le llamo slow art, o sea que no hay apuro ni fechas límites. El artista propone el dato de cuando me la va a enviar y yo luego subo las intervenciones a la red.
¿Qué onda este Adán?, ¿te ha revelado algo?
Adán me contó que era un desterrado de otro planeta. Dijo que lo habían utilizado para un experimento y que lo pusieron, junto a una chica de otro planeta, en un lugar donde no tenía nada que hacer. Me comentó que el experimento lo había hecho uno que se creía un gran escultor, y que todas las imágenes que lo representaban no se le parecían en nada.
También dijo que le había dolido mucho lo de la costilla, y que el asunto del sexo lo había indignado. Estaba muy contrariado porque él pensaba hacer cosas con la mujer, pero al final se enrolló con la serpiente mientras la mujer lo filmaba para vender los derechos de autor a todos los planetas de la confederación.
Y a la manzana parece que la utilizaron para otra cosa.
Vaya... entiendo la contrariedad de Adán. Pobre hijo de Dios, enrollarse con la serpiente debe ser un coñazo. ¿Te dijo algo más?
Sí, que además el mundo en el que pensamos que vivimos es sólo un campo de juego donde se divierten un montón de enanos. Es un gran circo donde también existen los domadores, presentadores o payasos. Adán era equilibrista, y se cayó de la cuerda en el momento menos pensado.
Y bla, bla, bla, bla, bla, bla, toda la historia que nos contaron del paraíso. Pero la verdadera historia es siempre la que nosotros queremos escribir. Odas al Penúltimo Adán que sigue transformándose con la ayuda de nuestros grandes amigos artistas.
¿Qué es el Camioncello?
Allá por el año 2012 decidimos con Marisa (*) comprar un camper. Era una de esas noches de ideas utópicas e imposibles. Lo que queríamos debía tener pocos kilómetros andados, y no debía ser muy grande ni muy viejo. No pedíamos casi nada. Antes de conocerme, Marisa ya había hecho un viaje por toda España con su gran amiga Karina y Lukas (su hijo). Ella tenía toda la experiencia del mundo y yo... póngame en algo que se mueva y ya estoy muy contento.
Además me acordaba del maravilloso viaje en camper que había hecho Julio Cortázar y Carol Dunlop. Recorrieron toda Francia viviendo en distintos lugares que encontraban por la autopista. La experiencia está publicada en un maravilloso libro titulado Los autonautas de la cosmopista.
Y lo de aquella noche de ideas utópicas e imposibles se hizo realidad.
Sí. Con Marisa estábamos de acuerdo en que fuera chico, porque nos gustaba el camping Salvaje. Somos bastante lobos solitarios y no queríamos salir de la civilización para meternos en otra (de casas rodantes).
Nos pusimos a la búsqueda del camper y vimos uno en el Jura de Suiza. Se adaptaba bastante a nuestra idea, pero no estaba en muy buenas condiciones, y además tenía muchos kilómetros. Dijimos "ya llegará el nuestro". La paciencia es una de las mejores sabidurías, porque sino te apuras, te cansas ¿y qué ganas? (viejo dicho argentino).
Un día Marisa apareció con la sorpresa. En internet había encontrado un camper en venta de una pareja suiza, y fuimos a verlo. Era un lujo, tenía muy poco uso y era especial para nosotros dos. En un pequeño espacio habían resuelto todo: baño, cocina, salón, dormitorio, comedor y lugar para manejar. Le explicaron en alemán a Marisa cómo funcionaba todo, y ella me iba traduciendo las indicaciones. Nos pareció genial. Lo compramos, y además nos regalaron todos lo utensilios que tenía el camper.
Siempre le ponemos nombres a los coches o a los sitios que son parte de nuestra vida, y este se llamó Camioncello. Su segundo nombre es Camperlix.
¿Cuál era el tipo de viajes que deseaban hacer?
Nuestra idea era hacer viajes cortos y largos; algunos de tres días para conocer cosas que estaban cerca, y otros de entre diez a veinte días para ir a lugares más lejanos. En esos viajes Marisa escribiría relatos o dibujaría, y yo haría Land Art. Y el resultado de todo esto se vería más adelante en un libro. Así fue llegamos hasta Croacia, Dinamarca, gran parte de Italia, la Costa Brava (varias veces), Portugal, París, Alemania, Austria, varios lugares de Francia, la Bretaña francesa y gran parte de España. El último viaje que hemos hecho fue a Normandía (julio 2020).
Partimos muchas veces con la idea de llegar a un determinado lugar y descubrirlo; pero si en el camino vemos algo que nos llama la atención, nos quedamos y nos dejamos llevar por aquello que nos pueda sorprender. Los dos manejamos, los dos hacemos de comer y disfrutamos de estos viajes de energía y creación. También utilizamos a "Nuria" –nuestra guía en el GPS– para hacer las rutas nacionales. En esas rutas no hay que pagar y muchas veces hay menos autos que en las autopistas, y además se encuentran pueblos muy interesantes. Siempre salimos en el Camioncello cuando la gente no está de vacaciones.
¿Es difícil encontrar buenos lugares donde aparcar el Camioncello?
Depende... Se sabe que en Europa no se puede poner el camper en cualquier lugar, pero como el nuestro es chico se puede aparcar en las ciudades. Hay una ley que permite estar hasta 24 horas en un lugar, y así estuvimos en Hamburgo, Paris, Nancy y otras ciudades grandes de Europa.
Una vez viajamos a la parte italiana de Croacia, y empezamos a caminar para encontrar un lugar adecuado para el camper. Y mientras caminábamos nos encontramos un croata y nos pusimos a hablar con él. Era una persona muy simpática que me hacía recordar al Drago Brajak de Mendoza. Le comentamos lo del camper y nos recomendó un sitio al lado del mar. Nos indicó ir por un lugar hasta encontrar un camino de tierra, y luego tomar por ese camino hasta llegar el mar. A pesar de que íbamos un poco como suizos desconfiados, le hicimos caso y llegamos a un lugar magnífico donde pudimos poner el camper mirando al mar, a sólo diez metros del agua. Prendíamos fuego afuera y poníamos en la parrilla las sardinas que le comprábamos a los pescadores. Hacíamos largas caminatas por la orilla de la costa y aprovechábamos para sacar el plástico que encontrábamos (que era mucho). Luego, después de unos días, subimos al Camioncello y seguimos nuestra ruta.
Y así seguiremos buscando nuevas rutas y, cuando sea el momento, todas estas experiencias se convertirán en libro.
* Marisa Costa Ripa o "Mar", es la compañera de Kardo Kosta. O sea su media naranja. Su amor, su cómplice y todo, diría Mario Benedetti.